JOVINIANO 82 (Prof G.D. Corbi)

[Abbé Zins]

2. 24-4-1957 : al Primer Congreso Nacional Italiana de Religiosas enfermeras


"ES VERDAD DE FE, por Nos mismo enunciada recientemente en la Encíclica "SACRA VIRGINITAS" del 25 de marzo de 1954, que LA VIRGINIDAD ES SUPERIOR AL ESTADO MATRIMONIAL, porque el alma virgen estrecha lazos de absoluto e indispensable amor directamente con Dios, es decir, con Dios encamado, Cristo Jesús.

En efecto, todo lo que aquélla ha recibido como don de Dios para ser esposa y madre, se le ofrece a El en holocausto sobre el altar de una completa y perpetua renuncia. El alma virgen, para llegar al corazón de Dios, amarle y ser amada por El, no pasa a través de otros corazones, ni se detiene a tratar con otras creaturas ; nada se interpone entre ella y Jesús, ningún obstáculo, ningún tamiz.

En cambio, en el matrimonio, aún siendo un verdadero sacramento, una de las siete fuentes de gracia instituidas por Cristo mismo; aun implicando la entrega recíproca de uno y otro cónyuge ; aun alcanzando una verdadera fusión de vida y de destinos, hay allí en las relaciones para con Dios algo que está como compartido, que no se da del todo, y que no supone una completa entrega ; sólo las almas vírgenes ofrecen lo que para otras creaturas amantes es una meta inalcanzable ; para ellas el primer escalón de su ascensión es también el último ; es el término de la subida, es vértice y abismo de profundidad a la vez" . 38.


38 Ib. ib. n° 753-754.

[Abbé Zins]

3. 13-7-1958 : a la Juventud Femenina de Acción Católica Italiana

"Nos tuvimos que reprobar en diversas ocasiones el ERROR de aquéllos que afirman que la virgen cristiana es algo mutilado, algo incompleto, algo que no alcanza la perfección del propio ser. La VIRGINIDAD, por el contrario, es como un vivir angelical, ES UN ESTADO SUPERIOR POR SU EXCELENCIA AL MATRIMONIO. Pero esta superioridad, nada quita, por otra parte, a la belleza y grandeza de la vida conyugal." 39.



4. 29-7-1958 : Radiomensaje papal a las Religiosas de clausura de todo el mundo

"La Encíclica `SACRA VIRGINITAS' trata, en su primera parte, de la EXCELENCIA DE LA VIRGINIDAD. Y prueba esta excelencia primero con los textos del Evangelio y las palabras mismas de Cristo; luego con las declaraciones del Apóstol de las Gentes sobre la virginidad escogida por Dios; cita a San Cipriano y a San Agustín, quienes ponen de manifiesto el poder de sus efectos; subraya la importancia del voto que confiere a la virginidad la firmeza de la virtud ; DEMUESTRA SU SUPERIORIDAD SOBRE EL MATRIMONIO ; ilustra todas las bendiciones divinas que atrae y los admirables frutos que produce." 40.


¡Hermosa síntesis de la "SACRA VIRGINITAS por su propio autor, y última referencia al terna que tanto lo preocupara! Era el 29 de julio de 1958. Dos meses y medio más tarde, el 9 de octubre de 1958, tras casi veinte años de pontificado, entregaba su alma al Señor el "Pastor Angelicus".


39 Solesmes : Enseñanzas Pontificias : El problema de la mujer, n° 665.

4o AAS, 50, pp. 570-579, aquí 573. Cfr. "Colección completa de Encíclicas Pontificias", edit. por el P. Federico HOYOS, SVD, 4● eche., Guadalupe, Bs. As., t. II, p. 2231.

[Abbé Zins]

X
CONCLUSIONES

I. JOVINIANO, "el primer protestante" (Harnack)

igualaba el matrimonio a la virginidad: "es la herejía de joviniano" (Santo Tomas).
"sostenía que los católicos apoyaban a los manqueas, porque ( ) anteponían la santa virginidad al matrimonio" (San Agustín).
su doctrina calificada como "scriptura horrifica" y condenada como "una nueva herejía blasfema" en el 390 por el Papa San Siricio.


II. VIRGINIDAD SUPERIOR A MATRIMONIO...


"El matrimonio y la virginidad son por cierto dos bienes, de los cuales el segundo es mayor" (San Agustín).

"Sin ninguna duda la virginidad debe ser preferida a la continencia conyugal" (San Tomás) .
"La virginidad (...) es como un vivir angelical, es un estado superior por su excelencia al matrimonio" (Pío XII).

"Bueno es el matrimonio, pero mejor la virginidad ; honorable es la causa del matrimonio, más sublime es —testigo el Evangelio mismo — la causa de la virginidad" (Pío XII).


III. ...ES UN DOGMA DE FE DIVINA


"Esta doctrina, que establece las ventajas y excelencias de la virginidad y del celibato sobre el matrimonio"

es "una doctrina tradicional en la Iglesia"

"fue manifestada por Nuestro Divino Redentor y por el Apóstol de las gentes" :

"Lo esencial de su doctrina sobre la virginidad lo ha recibido la Iglesia de los mismos labios de su divino Esposo"

"fue declarada siempre por unánime sentir de los Santos Padres y Doctores de la Iglesia"

"en el santo concilio Tridentino fue solemnemente definida como DOGMA DE FE DIVINA".

(PIO XII)


"Si alguno dijere que el estado conyugal de- be antepoaaerse al estado cie virginidad o de celibato, y que no es MEJOR Y MAS PERFECTO [raelius ac beatius] permanecer en virginidad o celibato que unirse en matrimonio, SEA ANATEMA.".

(CONCILIO DE TRENTO, D. 980)

[Abbé Zins]

APÉNDICE

LA EXTRAÑA CATEQUESIS DEL 34 DE ABRIL DE 1982


El miércoles de Pascua 14 de abril de 1982, ) JUAN PABLO II se refirió dos veces en el mismo día a las relaciones de la virginidad con el matrimonio.


1. ALOCUCIÓN EN LA PLAZA DE SAN PEDRO A DELEGACIONES DE ESPAÑA (14-4-82). ( Pronunciada en castellano)


"(...) Y ahora, como en las semanas pasadas, vamos a continuar la reflexión sobre el tema de la continencia por el reino de los cielos. EN LAS PALABRAS DE CRISTO NO HEMOS DE VER UNA VALORACIÓN SUPERIOR DE LA VIRGINIDAD O DEL CELIBATO RESPECTO AL MATRIMONIO. Continencia y matrimonio son dos situaciones fundamentales, dos "estados" de vida, que se despliegan y SE COMPLETAN entre sí dentro de la comunidad cristiana. Es ésta precisamente la que en su conjunto y en todos sus miembros tiene una orientación escatológica y en esta tendencia singular se va realizando por el reino de los cielos.

La perfección del discípulo de Cristo no ha de medirse pues por la simple pertenencia a uno de esos estados. La perfección de la vida cristiana tiene sil medida en la caridad, a cuya consecución ayuda sin duda la práctica de los consejos evangélicos. De ahí que todo aquél que sea fiel al espíritu de estos consejos pueda llegar a la perfección, bien sea dentro de un instituto religioso, bien sea viviendo en el mundo.

Con mi mejor deseo de que todo cristiano lleve una vida coherente con las enseñanzas de Cristo, os imparto la bendición apostólica." 41-41 bis


41 "L'Osservatore Romano", edición española, 18 de abril de 1982, p. (263) 3, cols. 3-4. (Los subrayados son nuestros).

41 bis Véase la muy importante nota 60. (N. del A.) .

[Abbé Zins]

2. CATEQUESIS EN LA AUDIENCIA GENERAL DEL MIÉRCOLES 14 de abril 1982 :


"1. Ahora continuaremos las reflexiones de las semanas precedentes sobre las palabras acerca de la continencia `por el reino de los cielos', que, según el Evangelio de Mateo (19, 10-12 ), Cristo dirigió a sus discípulos.

Digamos una vez más que estas palabras, en toda su concisión, son maravillosamente ricas y precisas ; son ricas por un conjunto de implicaciones, tanto de naturaleza doctrinal, como pastoral ; pero, al misma tiempo, indican un justo límite en la materia. Así, pues, cualquier interpretación maniquea42 queda decididamente fuera de ese límite 42, como también queda fuera de él, según lo que Cristo dijo en el sermón de la montaña, el deseo concupiscente 'en el corazón' ( cf. Mt. 5, 27-28 ).

EN LAS PALABRAS DE CRISTO SOBRE LA CONTINENCIA 'POR EL REINO DE LOS CIELOS', NO HAY ALUSIÓN ALGUNA REFERENTE A LA 'INFERIORIDAD' DEL MATRIMONIO respecto al 'cuerpo', o sea, respecto a la esencia del matrimonio, que consiste en el hecho de que el hombre y la mujer se unen en él de tal modo que se hacen una 'sola carne' ( cf. Gen. 2, 24 : `los dos serán una sola carne').

LAS PALABRAS DE CRISTO REFERIDAS EN MATEO 19, 11-12 ( IGUAL QUE LAS PALABRAS DE PABLO EN LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS, cap. 7) NO DAN FUNDAMENTO 43 NI PARA SOSTENER LA 'INFERIORIDAD' DEL MATRIMONIO, NI LA 'SUPERIORIDAD' DE LA VIRGINIDAD O DEL CELIBATO, en cuanto éstos, por su naturaleza, consisten en abstenerse de la 'unión' conyugal en el cuerpo'.


42 Subrayado en el original. La acusación de "maniqueísmo" no es nueva: tiene más de 1500 años... ya la hacía Joviniano a fines del siglo rv a los primeros católicos, como refiere San Agustin ( cfr. II, nota 4, p. 10, y Conclusión I, p. 51). (N. del A.).

43 (El subrayado es nuestro). Obsérvese que toda la tradición católica, incluida la definición dogmática de Trento, remite a estos dos pasajes del N.T. para probar la superioridad (sin comillas) de la virginidad. (N. del A.).

[Abbé Zins]

Sobre este punto resultan decididamente límpidas las palabras de Cristo. El propone a sus discípulos el ideal de la continencia y la llamada a ella, no a causa de la inferioridad o con perjuicio de la `unión' conyugal `en el cuerpo', sino sólo por el `reino de loa cielos' ".

2. A esta luz resulta particularmente útil una aclaración más profunda de la expresión misma `por el reino de los cielos'; y es lo que trataremos de hacer a continuación, al menos de modo sumario. Pero, por lo que respecta a la justa comprensión de la relación entre el matrimonio y la continencia de la que habla Cristo, y de la comprensión de esta relación como la ha entendido la tradición, merece la pena añadir que esa `superioridad e `inferioridad' están contenidas en los límites de la misma compiementaridad del matrimonio q de la continencia" por el reino de Dios.

El matrimonio y la continencia ni se contraponen el uno a la otra, ni dividen, de por sí, la comunidad humana (y cristiana) en dos campos (diríamos: los `perfectos' a causa de la continencia, y los `imperfectos' o menos perfectos a causa de la realidad de la vida conyugal) . Pero estas dos situaciones fundamentales, o bien, como solía decirse, estos dos `estados', en cierto sentido se explican y completan mutuamente, con relación a la existencia y a la vida (cristiana) de esta comunidad, que en su conjunto y en todos sus miembros se realiza en la dimensión del reino de Dios y tiene una orientación escatológica, que es propia de ese reino. Ahora bien, respecto a esta dimensión y a esta orientación — en la que debe participar por la fe toda la comunidad, esto es, todos los que pertenecen a ella —, la continencia `por el reino de los cielos' tiene una importancia particular y una particular elocuencia para los que viven la vida conyugal. Por otra parte, es sabido que estos últimos forman la mayoría.

3. Parece, pues, que una complementaridad así entendida tiene su fundamento en las palabras de Cristo según Mateo 19, 11-12 45 y también en la primera Carta a los Corintios, cap. 46. En cambio, no hay base alguna para una supuesta contraposición, según la cual los célibes (o las solteras) , sólo a causa de la continencia constituirían la clase de los `perfectos' y, por el contrario, las personas casadas formarían la clase de los `no perfectos' (o de los `menos perfectos') 47.


45 Subrayado en el original.

46. Como ya vimos en las fuentes anteriormente citadas, toda la tradición católica fundamenta en estos dos pasajes la superioridad de la virginidad. De esta pretendida "complementaridad" no hay ningún rastro en toda la tradición. Y nada digamos del oscurecimiento y vaciamiento de la superioridad de la virginidad y de su implícita equiparación (si son "complementarios". . . ) con el estado de matrimonio. (N. del A.) .

47." Acá se recurre al burdo sofisma ya denunciado por San Agustín ( cfr. "De bono coniugali", cap. 23, supra pp. 21-22) y Santo Tomás ( cfr. III Contra Gentes, cap. 137, supra pp. 30-32 ) : la "supuesta contraposición" a que alude Juan Pablo II no se da entre persona y persona, entre "célibes" y "personas casadas", sino entre estado y estado. Al no distinguir los planos y pasar sin previo aviso ni distinción de un plano ( cfr. el punto 1 de la alocución papal) al otro, lo único que se consigue es aumentar la confusión de los fieles. La ausencia de escolástica es manifiesta. (N. del A.) .

[Abbé Zins]

Si, de acuerdo con una cierta tradición teológica 48, se habla del estado de perfección (status perfections), se hace no a causa de la continencia misma, sino con relación al conjunto de la vida fundada sobre los consejos evangélicos (pobreza, castidad y obediencia) 49, ya que esta vida corresponde a la llamada de Cristo a la perfección ("Si quieres ser perfecto..." Mt. 19, 21).


48. " Aquí se pasa inadvertidamente y sin decir agua va de la continencia o virginidad como estado de perfección a la vida religiosa como estado de perfección ( cfr. n. 54) . Por lo que se refiere a la superioridad de la continencia virginal no la afirma "una cierta tradición teológica": es LA DOCTRINA DOGMÁTICA DE FE DIVINA, SOLEMNEMENTE DEFINIDA POR LA IGLESIA CATÓLICA. La que está, por cierto a años-luz de "una cierta tradición teológica" y no se merece este tratamiento despectivo. (N. del A. ).

49. " Acá se sigue jugando con la equivocidad de los términos. El auditor (no se olvide que son catequesis orales, y no artículos para ser leídos ) sacará en conclusión de este párrafo que la opo- sición sería entre el matrimonio y el "estado de perfección", así llamado en razón de sus tres votos. Cuando toda la tradición católica se refiere únicamente a la oposición entre estado de virginidad y estado de matrimonio, para proclamar sin más la excelencia del primero. Sobra pues, en este contexto, la alusión a los otros dos consejos evangélicos. (N. del A.) .

[Abbé Zins]

La perfección de la vida cristiana se mide, por lo demás, con el metro de la caridad 50. De donde se sigue que una persona que no viva en el 'estado de perfección (esto es, en una institución que establezca su plan de vida sobre los votos de pobreza, castidad y obediencia), o sea, que no viva en un instituto religioso, sino en el `mundo', puede alcanzar de hecho 51 un grado superior de perfección —cuya medida es la caridad— respecto a la persona que viva en el `estado de perfección' con un grado menor de caridad. Sin embargo, los consejos evangélicos ayudan indudablemente a conseguir una caridad más plena. Por tanto, el que la alcanza, aun cuando no viva en un `estado de perfección' institucionalizado, llega a esaerfección que brota de la caridad, mediante la fidelidad al espíritu de esos consejos 52. Esta perfección es posible y accesible a cada uno de los hombres, tanto en un `instituto religioso' como en el `mundo'. 53.


50 Subrayado en el original. 51 Subrayado en el original. 52 Subrayado en el original.

53 Esto no es ninguna novedad. Se halla en Santo Tomás y en toda la tradición. Ahorramos las referencias por respeto al lector. Véase, por ejemplo, la "Sacra Virginitas" de Pío XII, n° 29, cit. supra, pp. 46-47. (N. del A.).

[Abbé Zins]

4. Parece, pues, que a las palabras de Cristo, referidas por Mateo (19, 11-12) corresponde adecuadamente la complementaridad del matrimonio y de la continencia `por el reino de los cielos' en su significado y en su múltiple alcance. En la vida de una comunidad auténticamente cristiana, las actitudes y los valores propios de uno y otro estado 54 —esto es, de una u otra opción esencial y consciente como vocación para toda la vida terrena y en la perspectiva de la Iglesia celeste'—, se completan y, en cierto sentido, se compenetran mutuamente 55. El perfecto amor conyugal debe estar marcado por esa fidelidad y esa donación al único Esposo (y también por la fidelidad y donación del Esposo a la única Esposa) sobre las cuales se fundan la profesión religiosa y el celibato sacerdotal. En definitiva, la naturaleza de uno y otro amor es 'esponsalicia', es decir, expresada a través del don total de sí. Uno y otro amor tienden a expresar el significado esponsalicio del cuerpo, que `desde el principio' está grabado en la misma estructura personal del hombre y de la mujer. Reanudaremos más adelante éste tema.


54. Acá vuelve a jugarse con la equivocidad del término "estado", que puede referirse o al "estado de vida" (matrimonio o virginidad) o al "estado de perfección" de la vida consagrada, de la que habló inmediatamente antes en el punto 3. Sin previo aviso, se salta de un plano al otro. Hay saltos que pueden ser mortales, como en el circo. (N. del A.).

55 Subrayado en el original.

[Abbé Zins]

5. Por otra parte, el amor sponsalicio que encuentra su expresión en la continencia `por el reino de los cielos', debe Llevar en su desarrollo normal a `la paternidad' o `maternidad' en sentido espiritual (o sea, precisamente a esa 'fecundidad del Espíritu Santo', de la que ya hemos hablado ), de manera análoga al amor conyugal que madura en la paternidad y maternidad física 56 y en ellas se confirma precisamente como amor esponsalicio. Por su parte, incluso la generación física sólo responde plenamente a su significado si se completa con la paternidad y maternidad en el espíritu 57, cuya expresión y cuyo fruto es toda la obra educadora de los padres respecto a los hijos, nacidos de su unión conyugal corpórea.

Como se ve, son numerosos los aspectos y las esferas de la complementaridad 58 entre la vocación, en sentido evangélico, de los que `toman mujer y marido' (Lc. 20,34) y de los que consciente y voluntariamente eligen la continencia `por el reino de los cielos' (Mt. 19,12).
San Pablo-, en su primëra Carta a lds Corintios (que analizaremos en nuestras posteriores consideraciones), escribirá sobre este tema : `Cada uno tiene de Dios su propia gracia: éste, una; aquél, otra' (1 Cor. 7, 7)" 59.

(Fin de la catequesis de Juan Pablo II del 14-4-82) .


56 Subrayado en el original.
57 Subrayado en el original.

58 La dialéctica del discurso-"catequesis" puede resumirse así :

. se silencia absolutamente EL DOGMA DE FE DIVINA DEFINIDA en
Trento (D. 980) de la superioridad de la virginidad ;

. se proclama la indiferencia o igualdad de la virginidad y del matrimonio ;

. insistiendo en la "complementaridad" entre ambos estados, se refuerza su equiparación ;

. todo expresado en una terminología vaga y confusa, sin distinción de planos, saltando de un plano al otro sin previo aviso, lo que sólo sirve para aumentar la confusión de los oyentes.


59 "L'Osservatore Romano", edición española, 18-4-1982, p. (263) 3.

6o COLOFÓN PARA INTERPRETES Y HERMENEUTAS : Obsérvese que toda la "modernosa", equívoca y nebulosa alocución - "catequesis" de la audiencia general, se halla CLARISIMAMENTE RESUMIDA en la primera alocución en la plaza de San Pedro EL MISMO DIA. ¡NO HAY POSIBILIDAD PARA INTERPRETACIONES BENEVOLENTES! ¡No hay lugar para los que los escolásticos entienden con las fórmulas "exponere reverenter" y "benigne interpretandum est"! (cfr. supra, pp. 57-58) . (N. del A.).