EL FALSO PAPA REINANTE (Profesor Doctor Carlos Alberto Disandro)
Será ésta tal vez la última nota de La Hostería Volante [la revista del Prof. Disandro] sobre tan delicado y dramático tema. Por eso conviene recapitular, en sucinto resumen, el horizonte entenebrecido en los difíciles días que transcurren, obsesionados por una falsa paz que es una siniestra guerra, estimulados por una falsa guerra que impide el fundamento de la concordia verdadera y lleva por tanto a una siniestra paz.
Hemos explicado en múltiples notas, artículos, ensayos, conferencias, el carácter de una autoridad írrita, la vacancia de un poder religioso otrora consentido con odio por las potencias intramundanas, hoy erosionado y apoyado con delectación por esas mismas tendencias apocalípticas, esotéricas, judeocabalistas, judeocristianas, criptojudías, etc. Ese carácter y esa vacancia se resumen en el vínculo entre Iglesia y Pontificado (trascendente y celeste), y en la referencia de Pontificado y Pontífice (entitativa e histórica). De esta manera hemos transitado, con intrepidez, un territorio conceptual, abrumado por oscuridades inevitables; y con modestia, una lumbre, coronada de resplandores inalcanzables. No tenemos ya más que decir, pues todo será efecto de este siniestro pseudo-pontífice, que todo lo esgrime para derrumbarlo todo: sólo le falta el último acto, a saber, la pretensión de anular la sacramentaíidad trinitario-teándrica de la Iglesia, para convertirla en una empresa sociomórfìca e intramundana, que participe y aglutine el gobierno mundial en ejecución. Ya se ve ese rumbo en su increíble alocución de Pascua de 1971. La falsa misa preludia esta tenebrosa requisitoria de las potencias esotéricas, que hoy esclavizan a la Iglesia.
Hemos dicho en los últimos cinco o seis años, lo fundamental de una temática siniestramente callada por los sedicentes teólogos tradicionalistas, que empuñan la vara del tambor para ulular a la obediencia, mientras la arquitectura de la Fe cae bajo la piqueta de Lenin-Montini; o que dicen en reserva, secreto y recato las más tremendas acusaciones contra el falso papa, pero que en público aconsejan a los jóvenes el siniestro designio de aceptarlo todo, incluso la destrucción de la patria.
No hay más que analizar ya: falso papa, falsa misa, falso ecumenismo, falsa música, falso evangelio, falsos clérigos, falsa renovación, falsa lectio, falsa teología, falsa mística, falsa misericordia y falsa justicia. Lo que viene es, pues, o derrumbe de la falsedad, o imperio de sus terribles consecuencias esclavistas. Si es el derrumbe, estamos preparados para prolongar la Fe en la caótica anarquía que lo arrollará todo; si es el imperio de las tinieblas, estamos preparados para afirmar y subrayar, unidos a la más entrañable tradición, lo que consideramos sustancia de la Fe. Eso sí: no sabemos si se nos otorgará la corona de los fuertes. Pero esto es un don que se recibe; aquí hablamos de lo que entrevén nuestras débiles fuerzas.
CONTINUARÁ...
Profesor Carlos Alberto Disandro